domingo, 27 de noviembre de 2011

REFLEXIÓN GLOBAL FAMILIA

En esta instancia de cierre del curso, específicamente la parte relacionada con familia, ha contribuido de una manera fundamental a mi formación como futura educadora de párvulos, ya que este es un tema que nunca había sido abordado de una manera clara y por un tiempo prolongado, si no que sólo tenía esbozos de lo que podía ser, sin embargo al llegar al curso de método y tener la posibilidad de ver en un módulo a parte familia, significa mucho para mí, ya que a pesar de ser poco el tiempo destinado a él, fue fructífero, logré conocer y aprender sobre temas que son esenciales a la hora de trabajar con familia, como por ejemplo comprender que existen diferentes tipos de familia según su composición, extendida, mono parental, nuclear, entre otros (La familia concepto), como también las diferentes funciones que esta posee para con sus hijos y la sociedad (Rodrigo y Palacios, 1998; Santelices, 2001). 

Otro tema relevante y contingente, en relación a las familias fue haber tenido la posibilidad de leer los textos de Satir (2002) y Watzlawick (1989), los cuales si bien son complejos de leer, sobre todo el segundo, al realizar el taller de las representaciones me quedó mucho más claro, por lo que esté tema es crucial, tanto para trabajar con familia, como con los niños y el equipo de trabajo, dado que como dice el segundo autor "es imposible no comunicarse" nuestro cuerpo, nuestros gestos y tono de voz siempre van a decir algo, concuerde o no con lo que estemos sintiendo, sin embargo debemos trabajar la comunicación de manera que nuestra mente y cuerpo se sincronicen para no enviar mensajes erróneos o equívocos a las familia. 

Por lo anterior es importante la "METACOMUNICACIÓN", poder reflexionar sobre nuestra forma de comunicarnos y expresarnos hacia los otros y saber leer los mensajes que ellos nos entregan, pudiendo así poder intervenir de una mejor manera en nuestro trabajo con las familias, logrando una comunicación efectiva y sin doble mensaje, clara y precisa. 

Finalmente, y a modo de conclusión, queda como desafío, tanto para la practica profesional como para el desempeño laborar, lograr que los padres alcancen niveles de participación lo más comprometidos que se pueda, como los que mencionan Valdivia y Valverde (2007), de manera que no sólo se queden en el nivel "informativo" donde sólo se limitan (o bien se les limita) a ser agentes pasivos que reciben lo que la educadora tiene que decir sobre sus hijos, avances, actividades del establecimiento, etc., si no que logren involucrarse, con ayuda de la educadora y del centro, llegando incluso a participar activamente en la toma de algunas decisiones o bien realizando propuestas que vayan en pro del desarrollo de sus hijos. 

Aún queda mucho por aprender, y creo que la práctica me ayudará con eso, pero al menos me siento más preparada para realizar un trabajo positivo con las familias gracias a los conocimientos y la relación con la práctica entregada en el curso. 

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